martes, 25 de diciembre de 2007

¿Quién te quita lo bailado?


“THIS FILM SHOULD BE PLAYED LOUD!” ordena la placa que abre la película. Tomémoslo como un consejo: “The Last Waltz” merece ser escuchada a todo volumen.

Hay algo especial en las películas que empiezan por el final de la historia. Como no podría ser de otra forma para un film que, según uno de sus protagonistas, Robbie Robertson, muestra lo que sería “el principio del principio del fin del principio” para The Band, “The Last Waltz” abre con la banda regresando al escenario para el bis.

“The Last Waltz” es el nombre dado al concierto despedida de The Band, la legendaria banda formada por Robbie Robertson, Rick Danko, Garth Hudson, Levon Helm y Richard Manuel, famosos por haber acompañado a Bob Dylan en su polémico giro hacia el rock eléctrico, y una de las más grandes bandas de la historia. La cita tiene lugar el Winterland Ballroom de San Francisco, el primer lugar donde la banda se presentó formalmente como “The Band”, en el día de Acción de Gracias de 1976; previa multitudinaria cena con pavo y tanda de vals para todo el público.

Después de 16 años en la carretera juntos, es hora de decir adiós. Claro, si la hacemos, la hacemos bien, pensaron los muchachos; y fue así como el proyecto que empezó como un simple concierto, resultó en un extensísimo desfile por el escenario de algunas de las más grandes figuras de la música, y en lo que muchos califican como “el más grande concierto de rock jamás filmado”. Sorprenden los nombres de los responsables. Los amigos invitados: Joni Mitchell, Muddy Waters, Paul Butterfield, Neil Young, Dr. John, Neil Diamond, Eric Clapton, Van Morrison, Emmylou Harris, The Staple Singers y Ronnie Hawkins, por el lado de los músicos, más los poetas Lawrence Ferlinghetti (famoso por formar parte de la Generación Beat y ser dueño de la librería City Lights, donde Allen Ginsberg leyó por primera vez “Aullido”) y Michael McClure. El encargado de registrar con la cámara el evento: nada más ni nada menos que Martin Scorsese, melómano declarado y un experimentado, ya por entonces, en esto de las rock movies.
Desde la oscuridad del escenario se escucha el saludo de la banda. Acto seguido se encienden las luces. Up On Cripple Creek, uno de los temas más característicos del grupo, da el puntapié inicial para un concierto que promete y mucho para esos 5000 espectadores que durante las siguientes 5 horas observarán boquiabiertos (desconocen todo lo que deparará la noche) una de las máximas cumbres de la historia del rock.

La imagen es imponente. Es posible que un concierto de rock nunca haya visto semejante puesta en escena: la iluminación acompañará perfectamente cada momento de una noche que no ahorrará en emociones, enormes arañas de luces se hallan repartidas por un irreconocible Winterland vestido de gala para la ocasión, el decorado de la ópera de San Francisco ha sido traído sólo por esta noche; todo cortesía de Boris Leven, uno de los reclutados por Scorsese para registrar para la posteridad el último vals.

The Band no defrauda. Recorrerán durante el concierto muchos de los grandes temas de su repertorio, interpretándolos de forma realmente impecable (excepcional Robertson en guitarra). El sonido es contundente, pero ni por un momento pierde emotividad. Muy por el contrario: la melancolía que genera el inminente final de una era se hace casi tangible en ese escenario. “The Night They Drove Old Dixie Down”, ese gran y emocionante tema, interpretado a todo pulmón, sea tal vez el punto más alto del concierto en este sentido. Se percibe en esa milésima de segundo, justo antes de que comience el estribillo, como la banda toma aire para zambullirse de lleno en el estribillo, con el máximo de sus fuerzas, como si fuera la última vez. Y suenan tan bien; uno no puede evitar preguntarse por qué se están separando cuando aún tienen tanto por dar.

El hilo conductor del film son fragmentos de entrevistas realizadas por Scorsese a los miembros del grupo días después del concierto, en el Shangrila: el club convertido en estudio propiedad de The Band en Malibú. Así, momentos del concierto se intercalan con imágenes de la banda narrando su historia y algunas anécdotas de la carretera, de esas que nos gustan a todos.

Hay dos elementos que hacen al film, y son el concierto y la película. Pero el talento de Scorsese está en que fusiona cine y música a la perfección. Por momentos uno se pregunta si es ficción o realidad lo que está viendo. Cada gesto cómplice entre ellos, cada expresión, todo es registrado por la cámara en el momento justo como si hubiera sido planeado. Nada se escapa.

Cuando uno cree que ya no puede ponerse mejor, una tras otra se suceden versiones memorables de canciones memorables. Un visiblemente emocionado Neil Young sube al escenario a interpretar con voz de rockero herido “Helpless”, el legendario Muddy Waters hace “Mannish Boy”, Van Morrison envuelto en brillos recorre el escenario en “Caravan”, Clapton da clases de cómo tocar blues y encara “Further On Up The Road”. Más que significativa la elección de repertorio de Bob Dylan, infaltable para esta noche (en todo sentido: Warner accedió a financiar la filmación sólo con la condición de que Dylan se presentara), de sombrero blanco con pluma roja, que a modo de despedida a quienes fueron durante largo tiempo sus compañeros de ruta, interpreta “Forever Young” y termina con una eléctrica versión de “Baby, Let Me Follow You Down”.

El cierre a todo trapo: todos otra vez al escenario, más Ringo Starr y Ronnie Wood, para “I Shall Be Released”, el tema escrito por Dylan en los días de la Big Pink en Woodstock, cuando The Band era simplemente “la banda”.

La energía más intensa que podamos imaginar, miradas cómplices, la sincronía perfecta, el mudo entendimiento entre esa gente que sabe de lo suyo a la perfección. ¿Hay algo más cool que ser una estrella de rock?



(Al que haya llegado hasta el final, mi agradecimiento y recomendación: vean la película)

6 comentarios:

Gonza dijo...

Realmente tengo que confesar que nunca antes en mi vida habia escrito en un blog y por eso no se que paalbras usar para describir mis sensaciones, impresiones y aponiones al respecto del texto de la pelicula, antes que nada tenes un talento excelente(evidiable y admirable) para hacer llevadero un texto de internet(te arden los ojos y no tenes ganas de seguir leyendo mas por que honestamente es preferible algo en papel, es mas nostalgico todo ese sentido romantico del diario intimo) asi que te felicito por que fue ameno y grato leerlo, no se pone denso ni pesado en ningun momento, y demostras que te gusta y mucho el relato a modo de cronica de un evento y sabes muchisimo acerca de los involucrados, hasta ocultaste perfecto tu fanatismo por Dylan y lo mencionaste friamente, casi como una profesional haria cuando se trata de disimular un poco,evitando alabanzas y elogios hasta por cada vez que se peina un rulo o le pifia a un acorde "era su intencion, queria que suene desafinado y salvaje, como demncial" escuche a algun dylanologo explicar que robert estaba medio puesto en el show por eso, bueno, no todo es tan mistico ni sublime...tal vez simplemente se fue de fiesta). Eso de remarcar la atmosfera y el clima del show es lo mejor que te salio, es muy real y hasta palapable el nerviosismo y la ansiedad del concierto algo que marty no se si supo reflejar taaan magistralmente, sus intereses no eran meramente musicales desde mi optica, pero mostras de forma directa y cruda como te podes disociar del tipico cliche del "espectador extasiado que todo le parece diez puntos" hasta incluso a veces parece que es de la rolling stone, no se si esta bueno o malo que a nuestra edad lo pongas asi(se que conservas tu fanatismo igual) lo que sin dudas haces bien es narrar, a veces con detallismo y exhaustividad que resigna algo de pasion, pero igualmente, son cuestiones estilisticas y te salio redondito), la parte de scorsese era medio flojita por que podrias ahber hecho hincapie mas en su intencion de retratar el ocaso o el fin de una epoca gloriosa tanto musicalmente como en terminos de rebeldia y vanguardismo marchito y agonizante(algo que en el docu de dylan directamente usa como disparador para ver a traves de su figura el mundo que lo rodea) pero si, principalmente es un documental sobre un concierto(igual que shine a light, el cual va a estar barbaro) y sobre uno tremendamente famoso(solo 5000 privilegiados, bueno, que suerte tienen algunos..) que con el tiempo crecio, plasmaste esa urgencia del documental de rock, elpeligro de todo lo que significa salir a un escenario y, como si fuese un jorgue lafaucci virtual y cibernetico, te pongo un 8.50 ajaj,. Ojala que sea la primera de cientos de firmas(quiza scorsese se busque en google y firme bajo un seudonimo, igual no lo agreges a tu lista por que puede ser un degenerado ajaja) pero segui asi, a mi tambien me gusta que critiquen mis textos(en el buen sentido de la palabra, por supuesto) y pense que como no tenia anda para ahcer era una buena idea hacer una devolucion, besos y si, hay una sola cosa ams cool que ser estrella de rock, ser keith richards jaaj pero para ese hombre habria que dedicarle un blog aparte, o mejor un brindis la proxima vez que tomes algo,aspirar las cenizas de alguien es un poco fuerte, pero quien sabe, un tributo es un tributo.. jaja
P.D:Ringo es un chorro tocando la bateria pero actuando con peter sellers la rompe jaja bye and bye

Gonza dijo...

faa que largo que me quedo esto, como se nota que estoy de vacaciones..jaja

magdalena dijo...

veré la película.
=)
pero es otra cosa lo que vengo a decir: me asusté mucho cuando leí tu comentario en mi blog. dije "por diooos cuando escribí esto que no me acuerdo???!?!!!" no sabía si estaba desarrollando una doble personalidad o si tenía que dejar el alcohol. ninguna de las dos opciones estaba buena, anyway.
pero no, una tocalla dylaniana, como bien dijiste.
al revés de lo que tu pusiste, probablemente ni entre al blgo en verano, ya lo tenog bastante abandonado je, pero bueno, felices fiestas! y a esperar que llegue marzo!! =)
by the way, ya se sabe cuando salen a la venta las entradas??? yo tenog un miedo tremendo de que sea todo una mentirita =(

Mastronardi dijo...

los comentarios son que el cinco o siete ya estarán a la venta y que irán de 75 a 380; aclaro, la fuente no es confiable; lo digo por tirar al aire y crear más maripositas y esas cosas.

Vicky dijo...

A ver, a ver, a ver...¿por dónde empezar? Por el final entonces, obviamente, para seguir el hilo de la peli: y sí, madi lo lograste.
Creo que una buena crítica o reseña o como se llame, es buena cuando uno, al leerla, siente lo que sintió el crítico (¿se entendió?). Cuando expresa sentimientos, emociones, mucho más que pura data o cosas tecnicas que a pocos interesan. Cuando el que escribe se pone del lado del fan, o del que gusta de la música, y no del "enemigo"(sí,sí,casi famosos).
Cuando al leerlo te dan ganas de mirar la peli (pucha, ¿¿por qué no me la diste ayer??), cuando te deja con preguntas rondando en la cabeza(ja,ahora que me acuerdo terminaste con una,no?)...
Está bueno cuando describis el clima del recital, la energía que hay en cada momento, me gusta, te hace sentir que estás ahí.
Es así que lo lograste, una palmada en la espalda y sigue este camino.
¿Algo negativo? No me la prestaste.
PD: No me pude contener y acabo de ver en youtube la parte de the weight, y quiero tener esa guitarra que es doble guitarra (como Otto),para terminar casifamosamente,incendiaria.

ramblerto dijo...

es muy groso leer esto porque al ver esta peli yo también dije tengo q escribir en el blog.. libreta en mano anoté cosas durante toda la peli como suelou hacer y después a escribir.

mi bajista preferido: rick danko!

pero es tan difícil elegir un músico de the band..

me encantó la anécdota de que uno de los músicos le decía a sus viejos que a los demás les daba clase de guitarra pa no decir q se había unido a un grupo de rock. eso fue increible.