viernes, 6 de junio de 2008

Arma de doble filo

Hace unas horas tuvo lugar la escena que temía desde hace tiempo involucrando a mi pequeño hermano de tiernos 11 años de edad, a quien me he ocupado de moldear cuidadosamente a fin de convertirlo en un ser ejemplar.
Hace tiempo ya que lo senté a ver a Hendrix quemar su guitarra en Monterey dejándolo boquiabierto -cuando hace una semana le pidieron en el colegio que armara la biografía de un personaje, Jimi fue su elegido-, hemos pasado horas hablando de historia europea después de que me preguntara quién fue Mussolini, me ocupé de que su primer CD propio fuera Revolver, lo aliento a leer a Poe, vemos religiosamente Peter Capusotto y Sus Videos juntos, etc.

Ahora bien, me encuentro esta mañana preparándole albóndigas para que coma. Yo, con mis manos llenas de repugnante carne picada que soporto solamente por amor a él, estoy escuchando Credulidad de Pescado. El pibe viene, y con su mejor cara de yomelassétodas y la voz de Luis Almirante Brown empieza a cantar "clorofila del tieeeempo, nada me interesaaa...". Antes de que llegue a la parte de "vení, acercate que te enjuago la almeja", lo paro en seco. "Sos un tarado" le digo. "Pero si es igualenennn" me tira mientras se va para arriba, cagándose de risa, encarnado en lo que a esta altura adoptó como su alter ego (fuera de joda: "no me quiero lavar los dienteseneeenn", "eso no es rocanroleennneenn" y demás frases le salen escalofriantemente naturales).

Hablando en serio, si Capusotto termina haciendo que el pendejo le pierda el respeto a Spinetta, va a dejar de caerme tan simpático.
Y mejor no dejo que escuche Por.